Cuando la salud nos pone a prueba

Esta semana ha sido un recordatorio de las batallas invisibles que muchas mujeres libramos a diario. El Día Mundial contra el Dolor, el Día Mundial de la Menopausia y el Día Mundial contra el Cáncer de Mama han puesto sobre la mesa temas que, aunque difíciles de abordar, son parte de nuestra realidad. Y es que, más allá de los logros profesionales y personales, la salud es nuestro bien más preciado. ¿Cuántas veces hemos silenciado nuestros síntomas, postergado citas médicas o minimizado nuestro malestar? Es hora de romper el silencio y darnos el cuidado que merecemos.

El duelo de la salud: una realidad que nos une

Vivir con una enfermedad crónica, atravesar la menopausia o enfrentar un diagnóstico de cáncer es una experiencia que transforma nuestras vidas. Es un viaje emocional complejo que, aunque cada mujer lo vive de manera única, nos une en un sentimiento común: el duelo por la salud que teníamos y por todo lo que implicaba.

Si bien es común categorizar el duelo en fases, cada persona experimenta este proceso de manera individual y en un orden diferente. En mi nuevo libro, Tienes un duelo que sanar, hablo en profundidad de las etapas, sin limitarme a una secuencia lineal, por lo que he desarrollado veintiuna etapas atendiendo al lugar desde el que procesamos la pérdida: desde el reconocimiento de la pérdida, pasando por cómo atendemos a nuestra emocionalidad, nuestros pilares espirituales, nuestro relacionamiento con lo perdido y lo que aún permanece, para acabar con nuestra conducta de principio a fin. Descubrirás que el duelo es un proceso dinámico y fluido, que puede incluir una amplia gama de emociones y experiencias.

Frida Kahlo, una de las artistas más emblemáticas del siglo XX, nos enseñó que incluso en medio del sufrimiento más profundo, podemos encontrar belleza y resiliencia. A través de sus obras, nos invitó a mirar hacia adentro y a encontrar nuestra propia fuerza interior. Justo la semana pasada hablábamos de ella en nuestra entrada de blog, puedes leerla accediendo desde AQUÍ.

Hace unas semanas yo misma experimenté un proceso de duelo derivado de la pérdida de salud. Por un infortunio me hice daño en un brazo, tenía el hombro muy mal y no podía mover apenas el brazo. Durante semanas he ido a Shiatsu para que me trataran el problema, ahora ya solo voy de manera quincenal durante un tiempo aún.

El ver que no podía mover el brazo, que no era autosuficiente, que no podía conducir -aún sigo sin hacerlo-, pedir ayuda para cosas del día a día, etc. te hace darle a la salud el valor que se merece, que a veces se nos olvida. Aunque parezca poca cosa, el duelo de la pérdida de la libertad por la salud puede afectarnos más de lo que pensamos. Y ahí estamos todas en un momento antes o después, por desgracia.

El papel de la espiritualidad en la sanación

La espiritualidad, entendida como una conexión profunda con algo más grande que nosotras mismas, puede ser un poderoso aliado en el proceso de duelo. Ya sea a través de la oración, la meditación, la conexión con la naturaleza o cualquier otra práctica espiritual, muchas mujeres encuentran en ella un refugio y una fuente de consuelo. Aquí te dejo algunas de los temas sobre los que la espiritualidad puede ayudar:

  • Encontrar un sentido más profundo: Darle un significado a nuestra experiencia y encontrar esperanza en medio de la adversidad. No es fácil en esos momentos, pero aferrarnos a la fe es lo que nos mantiene en muchas ocasiones con vida. Y no me refiero a una fe religiosa, que si es así es bien; me refiero a la fe, a la confianza de la resolución del problema.
  • Conectar con nuestra intuición: Escuchar nuestra voz interior y tomar decisiones alineadas con nuestros valores. Muchas personas empiezan a opinar sobre lo que tenemos que hacer o no hacer, lo que a ellos les ha venido bien o mal, pero nadie como una misma sabe lo que necesita y no tiene por qué ser igual que los demás.
  • Cultivar la gratitud: Apreciar los pequeños momentos de alegría y las cosas buenas que tenemos en nuestra vida. A veces, estamos tan enfocadas en los sueños que nos perdemos los regalos que tenemos en el día a día. Tomar conciencia de ellos y darles la utilidad que merecen elevan nuestra vibración para sentirnos mejor.
  • Fomentar la resiliencia: Desarrollar la capacidad de adaptarnos al cambio y superar los obstáculos. Nadie dijo que la vida fuera fácil, lo que siempre digo es que sí es sencilla si sabes el camino a seguir. Y en estos momentos la adaptación es fundamental y, sobre todo, el haberte preparado para el devenir porque lo que va a llegar nunca se sabe pero si estás preparada lo superarás mejor.

La importancia de la comunidad

Compartir nuestras experiencias con otras mujeres que están pasando por situaciones similares puede ser de gran ayuda. En nuestra comunidad de Soñadoras, encontrarás un espacio seguro para expresar tus emociones, recibir apoyo y conectar con otras mujeres que te entienden. Accede aquí al grupo de Facebook con todas las Soñadoras.

En esta época en la que hace un año que murió mi madre, junto a la llegada del día de difuntos, hemos preparado todo lo necesario para que puedas aprender a trascender esos duelos y poder construir con ellos algo que merezca la alegría ser contado. Por ello, te invito a la Sesión Especial Tú también tienes un duelo que sanar que se encuentra disponible en streaming hasta el 31 de octubre, en la que descubrirás cómo transformar tus duelos en el éxito que te da la paz, el amor y la felicidad que mereces. Regístrate AQUÍ y accede AHORA a la sesión. Y justo ese mismo día 31, lanzaremos mi libro homónimo, donde podrás profundizar en los temas abordados en la sesión. ¡Inscríbete en nuestra lista prioritaria AQUÍ para ser de las primeras en recibirlo.

El duelo de la salud es una experiencia compleja y multifacética. Al reconocer y validar nuestras emociones, buscar apoyo y explorar diferentes herramientas de sanación, podemos transformar este desafío en una oportunidad para crecer y fortalecer nuestro espíritu. Todo en la vida tiene solución, excepto la muerte. Como decía Confucio: «Si tus problemas tienen solución, para qué te preocupas; si tus problemas no tienen solución, para qué te preocupas».

Si estás pasando por algún problema de salud, sea el que sea, te mando mucha energía y mucho amor para que puedas superarlo lo más rápido posible y salgas más fortalecida del proceso de lo que entraste.

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