Esto que te voy a contar hoy puede ser muy controvertido. Y si no estás preparada para escuchar la verdad con respecto a tu negocio, mejor no sigas leyendo. Aunque si decides leer esta entrada tal vez te sirva de impulso para avanzar hacia tu siguiente nivel y dejar de perder el tiempo con tu negocio.

Hazte esta pregunta y responde con una honestidad aplastante.

¿Te contratarías a ti misma?

¡Boom! Ahí tienes tu baño de realidad.

Queremos emprender, dejar de tener un jefe, poder organizarnos el tiempo a nuestro antojo, ganar lo que nosotras queremos,… sin darnos cuenta de que al emprender lo que primero hacemos es convertirnos en autoempleadas y, por tanto:

• somos nuestra propia jefa: y podemos ser más exigentes que todos los jefes juntos que hemos tenido en nuestra vida de empleadas,
• organizarnos el tiempo a nuestro antojo implica que trabajamos mucho más al inicio de nuestro negocio porque tenemos que hacer de todo; todos los puestos los realizamos nosotras, así que echamos más horas que cuando éramos empleadas, eso sí, podemos organizar esas horas a nuestro antojo y eso tiene su lado negativo,
• eso de ganar lo que queremos es una utopía, más bien se convierte en un ganar lo que podemos: porque una de las áreas más importantes en nuestro negocio son las ventas y si no vendemos, mal vamos.

Podría seguir con un largo etcétera de todo lo que nos ocurre y a lo que nos enfrentamos cuando decidimos pasar de empleadas a emprendedoras para dejar de perder el tiempo. Pero te voy a decir algo, que tiene que ver con una parte muy importante como he dicho, las ventas, y después te daré tres tips para que dejes de perder el tiempo con tu negocio, que tiene más de hobby que de negocio.

En los negocios, como en la vida, lo más importante de todo es la energía. Todo es energía. Todo se construye con energía, así sea positiva o negativa. Y ojo que no me refiero a que sea una energía buena o mala porque todo tiene su aprendizaje, sino a que esa energía te acerque o no a la vida que deseas.

Los dos grandes motores de esa energía son la fe y el amor, en una misma, en lo que hacemos y en el otro. Y sin esa energía, nada de lo que haces va a funcionar.

Si no crees en lo que haces, si no crees en lo que puedes ayudar al otro y no crees en el otro, nada de lo que hagas llegará a buen puerto. Por eso es fundamental que revises tu confianza en ti, en tus productos / servicios y en tus clientes.

En el área de las ventas esto se ve muy claro. Contesta a estas preguntas:

• ¿Crees que tu prospecto, la persona a la que le vas a ofrecer tus productos o servicios, va a conseguir resultados al comprarte? Confías o no en ellos.
• ¿Crees que tu producto o servicio hace lo que dices que hace? Confías o no en lo que vendes.
• ¿Crees que puedes ayudar de verdad a tu cliente a lograr lo que desea? Confías o no en ti.

Si alguna de ellas es un no, entonces ¡Houston, tenemos un problema! Toca revisar ese punto hasta que sea un sí, sino la venta no se dará.

Ahora lleva esas preguntas a todas las áreas de tu negocio. ¿En qué sí confío que hago bien y en qué no? ¿Lo puedes mejorar para lograr lo que deseas? Si es un sí, adelante.

Si es un no, y ves que por más que haces no puedes lograrlo, entonces delega. Cuanto antes mejor.

Pero claro, a quien contrates tienes que hacerles las mismas preguntas de confianza. Sino estamos listas. Cambiamos de perro pero con el mismo collar. ¡No va a funcionar!

Hace unas semanas, me ofrecieron contratar unos servicios dentro de mi empresa. Me ofrecían justo lo que estábamos buscando y parece que estábamos llegando a un acuerdo hasta que tocamos el tema económico.

Hace años que aprendí a trabajar por confianza. Y en áreas de venta, como era este el caso, me gusta ir a comisión porque entiendo que si confían de verdad en lo que hacen pueden ganar mucho más de lo que generan con un fijo. Pero generalmente la gente tiene miedo y dice que no. Entonces, para mi es un «no rotundo» a trabajar con ellos.

Si no crees en lo que hago, no crees en mis productos y servicios y no crees en ti, entonces es un fracaso desde el minuto cero. Mejor no te contrato y evitamos problemas mayores.

Ahora vuelve a ti. Eres la vendedora de tu negocio. ¿Te contratarías? Tienes dos opciones si la respuesta es no. Subcontratar o buscar afiliados que vendan por ti y quemar los barcos, es decir, ir a por todas pase lo que pase.

Lo que está claro es que no puedes quedarte parada porque sino lo que para ti es un negocio no deja de ser un hobby o peor aún, puede morir por falta de energía. No hay más.

Así las cosas, te dejo tres tips que espero que te sirvan para dejar de perder el tiempo y hacer que tu negocio crezca de verdad al nivel que quieres y necesitas:

1. Ten claridad absoluta de aquellas áreas en las que eres muy buena, en las que eres buena y en las que eres pésima. Haz más de lo que mejor se te da y delega aquello que peor se te dé lo más rápido que puedas. Para eso, necesitas vender más para tener el flujo de caja que te permita delegar.
2. Si eres capaz de ofrecer tu producto o servicio aún sin ganar nada quiere decir que confías plenamente en ello porque no lo estás haciendo por dinero. Deja de ser una vendedora de enciclopedias y hazlo desde el amor incondicional hacia ti, tus clientes y tu negocio.
3. Cuando llegue el momento de delegar, pide a tus empleados o freelances un nivel de confianza mínimo para que la relación funcione. Sino, mejor búscate otra persona u otro equipo. Las ganas de delegar te pueden jugar malas pasadas.

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Empieza septiembre, ¿vas a seguir perdiendo el tiempo o vas a darle caña de verdad? Let’s go!