Cómo salir del control económico

Blog 11 ago
Empoderamiento

Cómo salir del control económico

¿Sabías que el control económico es una de las formas más comunes de violencia doméstica? Muchas mujeres se encuentran atrapadas en relaciones donde su pareja utiliza el dinero como arma para manipular y controlar.

Parece mentira que en pleno siglo XXI haya tantas mujeres aún, no solo en el tercer mundo sino también en el primero, que siguen sufriendo a la sombra de este mal que parece más sacado de una historia de miedo que de un cuento de hadas y princesas, como nos vendieron el día que dimos el «sí, quiero».

La violencia económica va más allá de simplemente controlar el dinero. Se trata de una forma de poder que limita tu libertad, tu autoestima y tus oportunidades. Puede manifestarse de muchas maneras, desde negarte acceso a cuentas bancarias hasta impedirte trabajar o estudiar.

Las consecuencias de esta situación son profundas. Te hace sentir insegura, dependiente y sin voz. Puede llevar a la depresión, la ansiedad y la pérdida de identidad. Y lo peor de todo es que puedes llegar a pensar que la culpa de lo que está ocurriendo es tuya.

Muchas mujeres que llegan a nuestra plataforma quieren emprender justo por este motivo, aunque no lo dicen al principio. Simplemente no quieren un trabajo normal porque se les hace imposible conciliar con una educación consciente para sus hijos, además de llevar la casa y, a veces incluso, sus padres, suegros o familiares allegados.

Otras han estado tantos años cuidando de sus hijos, dejando de lado su profesión, que volver al mercado laboral se les hace imposible, no encuentran dónde trabajar y el dinero apremia.

En los últimos meses, hemos escuchado innumerables historias de mujeres que han decidido tomar las riendas de su vida financiera. Algunas nos han contado cómo, al depender económicamente de sus parejas, se sentían atrapadas en relaciones que no les hacían felices. Otras nos han compartido cómo la falta de recursos propios las limitaba a la hora de perseguir sus sueños.

Concha, por ejemplo, nos contaba cómo se sentía invisible en su propia casa. A pesar de haber tenido su negocio a tiempo parcial por la crianza de sus hijos y sacarlo adelante con mucho esfuerzo, acabó por cerrarlo por la insistencia de su pareja que era el que ganaba el sustento de la casa y le reclamaba tiempo de calidad, argumentando que no necesitaban el dinero de su negocio. Buscó otra fuente de ingresos para ella, con menos implicación, en una industria que además le daban formación en finanzas, pero siempre encontraba una excusa para no generar ventas y sucumbió a los deseos de su pareja por encima de los suyos. Hoy en día, ha encontrado un hobby que le aporta algo de felicidad aún viviendo en una jaula de cristal.

Y luego está el caso de Ana, una emprendedora que siempre soñó con lanzar su propio negocio. Sin embargo, el miedo a fracasar y la dependencia económica de su pareja la mantenían estancada. Ella decidió dar un paso adelante y comenzar a formarse para lograr su negocio. Con mucho esfuerzo, mucho trabajo personal y profesional, y lidiando con las injusticias financieras de su pareja, Ana está comenzando a generar ventas en su negocio y se ha dado cuenta de que puede hacer realidad sus sueños por ella y por el legado a sus hijos.

Estas historias, como la de Laura que puedes leer AQUÍ, nos demuestran que la independencia financiera no es solo un objetivo económico, sino una herramienta para transformar nuestras vidas. Unas lo consiguen y otras no. Lo que está claro es que al tomar el control de nuestras finanzas, estamos tomando el control de nuestro destino.

La realidad es que tener control sobre tus finanzas te brinda una libertad inimaginable. Te permite tomar tus propias decisiones, establecer tus metas y construir el futuro que deseas. La independencia financiera es un pilar fundamental para el empoderamiento femenino y la equidad en la pareja.

Y no se trata de tener el dinero para competir con la pareja, si piensas en eso estás perdida. Se trata de construir una relación basada en el respeto mutuo y la equidad. Cuando ambos miembros de la pareja tienen control sobre sus finanzas, se crea un ambiente más sano y feliz para todos.

¡Cuánto mal nos ha hecho Disney! Pensar que necesitábamos a otra persona para mantenernos y para ser felices.

Si eres hombre y estás leyendo esto, es porque te interesa construir una relación sana y equitativa. Es importante reconocer que los patrones de control económico son a menudo aprendidos y transmitidos de generación en generación. No es tu culpa que hayas tenido ese comportamiento aprendido, lo malo es si lo repites aún sabiendo lo que estás haciendo. Es momento de tomar la decisión de cambiarlo, estarás contribuyendo a crear una sociedad más justa y equitativa.

Digo hombres porque es lo que generacionalmente ha ocurrido a lo largo de la historia pero igualmente puede ocurrir en cualquier otro tipo de relación. Igualmente merece la alegría hacer una revisión a tu comportamiento frente a tu pareja con respecto al dinero. ¿Hay equidad? ¿Habláis claramente sobre dinero? ¿Tenéis hábitos de finanzas saludables en la familia?

Si hasta ahora te has colocado en un lugar de dominio frente a tu pareja prueba alguna de estas técnicas y verás cómo la relación con tu pareja se ve beneficiada: permite que ella tome sus propias decisiones financieras. divide los gastos de manera equitativa y apoya sus metas y aspiraciones personales y profesionales.

No soy yo la que va a decirte cómo tienes que llevar las finanzas en casa, además sería tema de otro blog que podemos tratar si así lo pedís en comentarios. Cada pareja debe encontrar su mejor manera para dividir los ingresos y los gastos. No hay nada bueno o malo, solo lo que funcione dentro de la pareja.

Unas tienen cuentas comunes, otras separadas. Algunas dividen los gastos al 50% independientemente de los ingresos de cada uno, otros hacen un prorrateo de los gastos atendiendo a los ingresos. En otras ocurre que uno de los miembros se ocupa de todos los gastos diarios y el otro dedica sus ingresos a inversiones, vacaciones, etc., en definitiva, para el mayor bienestar de toda la familia.

Si algo puedo decirte para que salgas de ese lugar de dependencia lo más rápido posible es que te formes todo lo que puedas, aprende a gestionar lo poco o mucho que tengas, crea un presupuesto adaptado a lo que tengas, ahorra cada mes por poco que sea, aprende a invertir tan rápido como puedas y busca nuevas fuentes de ingreso. En la diversificación está el verdadero crecimiento.

Recuerda: La independencia financiera no es solo un objetivo económico, es un viaje de autodescubrimiento y una forma de empoderamiento personal. ¡Tú tienes el poder de construir la vida que deseas!

Al invertir en ti misma a través de nuestro módulo ‘Ilumina tu fuerza interior’, estarás dando el primer paso hacia una vida más plena y satisfactoria. ¡Accede AQUÍ! Podrás aprender a liberarte de las cadenas del pasado para emprender tu nuevo futuro.

Si necesitas ayuda, recuerda que nuestro correo siempre está abierto. Puedes escribirnos a hola@mujeresdelnuevomundo.com, estaremos al otro lado para darte el apoyo que necesitas. También puedes entrar al grupo de Facebook y contarnos tu experiencia, que seguro ayudará a otras mujeres.

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