Tu éxito puede bloquear tus sueños
julio 14, 2024 2024-07-13 10:39Tu éxito puede bloquear tus sueños
Parece una paradoja pero permíteme que te explique cómo conseguir algo puede estar frenando tus grandes sueños.
La semana pasada hablaba sobre quién dirige tu éxito y te contaba algunos de mis logros más personales. Hoy te cuento algo que te puede estar pasando sin darte cuenta y tú misma bloquearte para que te llegue algo más o mejor.
Nuestros patrones y creencias determinan nuestra vida, lo creas o no. La física cuántica, que busca entender el micromundo, nos ayuda a manifestar lo que deseamos.
Es como la Ley de la gravedad, puedes no saber que existe pero te mantiene pegada a la Tierra.
Pues bien. Adoptar una creencia puede ayudarte o impedirte lograr ese sueño que ansías. Tú lo intentas con todas tus ganas, quemas todos tus barcos -como se suele decir-. Accionas, accionas, accionas, y parece que no se mueve nada y vives en un permanente día de la marmota. ¡Agotador!
Eso me ha estado pasando a mi durante demasiado tiempo sin entender que ya había alcanzado el éxito que había deseado. ¡Y tenía miedo de perderlo! Hasta que tomé conciencia de ello y comencé a dar pasos agigantados hacia el siguiente sueño.
Para mi era fundamental criar a mi hijo, sus siete primeros años eran vitales para mi. Estar con él, acompañarlo, educarlo, amarlo, jugar con él…
Me prometí hace años que mi negocio no podía quitarme tiempo de todo eso. Me autoimpuse una creencia que yo misma había elaborado. Y creé un estilo de vida que tenía un NO NEGOCIABLE por encima de todo. Joel estaba por encima del negocio. ¿Tenía algún evento? Iba con él o lo dejaba con su padre los días que le tocaban, poco más. ¿Tenía reuniones o sesiones con clientas? Siempre en horarios en los que no estaba él. Si estaba, pocos han sido los días en los que compaginaba las dos cosas a la vez.
¿Bueno o malo? No existe. Lo que sí existe es que para mi mereció la alegría a pesar y gracias a todo. Verle a él quien es hoy, merece la alegría todo lo que he pasado y vivido en todas las áreas. Alcancé mi éxito, mi sueño. No así todo lo que había pedido para mi negocio, ¿por qué? Obvio. Lo había bloqueado yo sola.
Y aún así, tuve éxito en mi negocio porque me permitió lograr otro sueño.
En el artículo de la semana pasada las palabras exactas eran: «Lo que sí he conseguido con mi negocio es criar a mi hijo en mis términos, dedicándole todo el tiempo que ha estado conmigo, vivir en el lugar que he decidido en cada momento, trabajar en los horarios que mejor me convenía, muchísimo pero con los turnos que yo me he marcado, conocer personas de todo el mundo y ayudar a mujeres al otro lado del charco, como me gusta decir cariñosamente, no solo de este lado del mundo.» Puedes leer el artículo completo AQUÍ.
Y ahora que sé lo que sé, ¿qué hago con ello? Esa es una pregunta que debes hacerte para poder avanzar hacia tu siguiente paso, tu siguiente nivel, tu siguiente sueño, como lo quieras llamar. Y debes entender que un sueño no debería condicionar otro sueño, como me pasó a mi.
Si tengo algo claro es que logro todo lo que me propongo, ¡a testaruda no me gana nadie! Y cuando aprendes a trabajar desde el plano físico, desde la acción, y desde el plano cuántico, desde la conexión, el camino se hace más sencillo. Aprender a unir la mente con el corazón es primordial para vivir desde la intuición, esa que te guía para lograr todo lo que te propones.
Eso sí, ten cuidado con lo que pides porque tendrás que estar dispuesta a convertirte en la persona capaz de sostener ese sueño. Recuerda que dejar atrás nuestros patrones y creencias determinan nuestra vida. Así que tendrás que dejar atrás todo lo que no te ayude a avanzar en esa dirección. Si estás dispuesta a mejorar tu vida y a caminar hacia lo que quieres, siéntete muy bienvenida al Nuevo Mundo, donde los sueños se manifiestan.
Y no necesitas grandes sueños.
Puedes querer un par de zapatos todos los fines de semana o llevar a tus hijos al mejor colegio que conoces o cenar una vez al mes con tu pareja en un sitio especial. Esa es la magia de las pequeñas cosas, las que de verdad nos hacen felices. Y eso es tener éxito.
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